Pierre “FatumbÌ” Verger: blanco y negro
12 Noviembre, 2009 - 11 Diciembre, 2009
Organiza: Alliance Française de Montevideo

Relacionada con la celebración del día de la equidad racial, esta exposición permite al público uruguayo descubrir un fotógrafo singular, que consagró su obra al descubrimiento de la alteridad. Pierre Verger, en la vida y en sus fotografías, no prestaba atención a los colores... era negro y blanco. Huyendo de los colores como de las clases sociales, se impuso el compromiso de resaltar el valor de las culturas africana y afro-brasileña, desde que comenzó a frecuentar el Candomblé al llegar a Brasil en 1946. Pasó así 50 años de su vida empapándose de los conocimientos de una parte de la inmensa riqueza africana, de origen Yorubá, que tuvo tanta influencia en toda América y especialmente en Salvador de Bahía. Fue así que él encontró una cultura, una nueva identidad, y otras formas de pensamiento, muy diferentes del cartesianismo. Su pensamiento se basaba en la tradición oral. Pero Verger era ante todo fotógrafo, y sus fotografías hablan sobre lo que no podía ser escrito. Por otra parte, él sabía mucho más de lo que escribió: fue babalawo, “aquel que sabe”, y también “padre de los secretos”… Sus fotos de las culturas africanas y afro-americanas, especialmente las de aspectos religiosos, van más allá de la imagen. No muestran simplemente ropas, objetos y lugares de cultos sino el alma de una cultura, su dignidad, su fuerza. Verger viajó por todo el mundo fotografiando los seres humanos con mucho respeto, libertad, espontaneidad y facilidad, pero sin pertenecer a sus culturas. Al contrario, en Brasil y en África desde fines de los 40, llegó a una proximidad mucho mayor con las personas. En los cultos africanos, dejó de ser un extranjero, se transformó en el mensajero entre las partes de un mismo mundo. Ese francés, nacido en el seno de una familia burguesa, fue uno de los pocos fotógrafos que consiguió retratar los cultos afro-brasileños con una visión tan interna, con una mirada tan familiar, con un raciocinio tan negro... (Texto de Alex Baradel)