Paysandú y el Río: unidad inquebrantable desde la memoria al futuro. Río con nombre poético, río que para los sanduceros tiene nombre: “el paterno”, incorporado a la familia a pesar de los dolores de sus crecientes. Inspiración de artistas de todos los tiempos; con trinar de pájaros, camino de aguas violáceas detrás del cual el sol se acuesta cada día. Un grupo de sanduceros de origen en los cursos de Bellas Artes y del Centro Universitario de Paysandú propone tres espacios en los que se entrelazan los modos individuales de mirar una ciudad y un río. Permitiendo así la recuperación de una memoria callada que habla a través de la fotografía y trasciende el espacio que la convoca planteando un diálogo íntimo entre la imagen y el observador. Invitación a reflexionar acerca de cómo, los modos de apropiación subjetiva operan distanciando y relocalizando lo cotidiano, dotándolo de una nueva dimensión de sentido. Luces tenues, reflejos, murmullos, nieblas, correr de aguas lentas y abandonarse a los sentidos para recuperar ese disfrute es una de las fortalezas de esta propuesta.