Donde no se ve
14 Noviembre, 2009 - 30 Noviembre, 2009
Organiza: Museo y Centro Cultural Horacio Quiroga

Toda obra gráfica es potencialmente un instrumento de comunicación, por lo tanto debe ajustarse a un leguaje plástico y expresivo donde el conocimiento de técnicas y medios utilizados es imprescindible para poder materializar la idea. Por lo tanto, conocimiento y creatividad se deben conjugar para lograr una obra como la que Gunnar Gil nos presenta, donde un incuestionable dominio de la técnica fotográfica le permite lograr imágenes de un sólido rigor compositivo. Las consecuencias del pasaje del tiempo inspiraron a lo largo de la historia del arte a artistas que de una forma u otra plasmaron los signos de su paso, tal es el caso de “Fin de la gloria del mundo” obra del español Juan de Valdéz Leal (1672) en una alegoría de la vanidad de la carne y el mundo. Otra visión es la moda de las ruinas a partir de la segunda mitad del siglo XVIII ocupando la pintura y la poesía. En el siglo XX Marcel Proust dirige su obra “En busca del tiempo perdido” al retorno a épocas pasadas. En esta serie de obras de Gunnar Gil el paso del tiempo marca su inexorable presencia contactándonos con paisajes poblados únicamente por hierros oxidados, vías intransitadas, fantasmas de un sistema ferroviario desvastado, que solo deja como testimonio esos objetos que dialogan con los yuyos silvestres y los líquenes adheridos a su superficie, generando texturas que el ojo del fotógrafo descubre y registra, transformando la desolación en poesía. Cada foto es tratada para lograr una enorme gama de grises cálidos que se amalgaman con la escena mostrada acentuando la idea de soledad y abandono. Pero también en cada foto pueden verse pequeñas manchas de color que rompen con la monotonía cromática marcando puntos de interés que además subliminalmente funcionan como cuando encontramos una brasa encendida entre un montón de cenizas, nos da la sensación de que todavía hay vida, que no todo está perdido y entonces nos alegramos porque creemos que todavía es posible escuchar el sonido de los trenes marchando y el murmullo de voces en las estaciones y que las vías que hoy se pierden entre la vegetación, vuelvan a transportar ilusiones. Juan Carlos Conti (Artista plástico)