En Uruguay ,en la década de 1870 (a 40 años de constituido el Estado) se conjugó la acción de una elite con un programa modernizador y la presencia creciente de inmigrantes europeos, portadores de experiencias y conocimientos diversos, que hicieron posible la difusión de novedades y la diversificación de la producción agraria. La vitivinicultura fue entonces una de las banderas de ese programa modernizador. Pequeños y medianos productores agrarios, inmigrantes mediterráneos y criollos, empresarios procedentes de otras actividades productivas (industria, ganadería), mercantiles y financieras, políticos y profesionales, fueron ganados por la “fiebre del vino”, y sumaron sus esfuerzos a la expansión del viñedo y la elaboración de vinos. La etapa fundacional (1870-1900) debió afrontar distintos desafíos, el primero la filoxera. El siglo XX se inició con la primera reconversión del sector que pronto comenzó una rápida recuperación y expansión. De esa época datan las empresas más antiguas, otras se sumaron en las décadas siguientes, y terceras nacieron al calor de la segunda reconversión de fines del siglo XX. Desde nuestro presente, rescatamos historias de vidas y trabajo. Contamos para ello con la riqueza de la memoria y las evidencias materiales del pasado (documentos, edificios, máquinas, toneles, viejos viñedos y antiguos manuales). La fotografía se une en este camino de búsqueda y hallazgo para recrear, desde la imagen, la historia de un grupo humano y su labor. La muestra fotográfica que se presenta es un gran logro. Como el Tannat de Uruguay, evoca el saber hacer del pasado y nos lanza a un futuro promisorio sustentado en el conocimiento, la experiencia y la pasión.
La memoria fotográfica vitivinícola
11 Noviembre, 2009 - 13 Noviembre, 2009
Organiza:
CEIL (Centro de Estudios Interdisciplinarios Latinoamericanos), CMDF (Centro Municipal de Fotografía), INAVI (Instituto Nacional de Vitivinicultura)