Las imágenes fueron realizadas siempre desde el mismo lugar de la toma y a igual intervalo de tiempo durante quince días. Estas fotografías son como fotos carné de la escultura de la mano ubicada en la parada 1 de la playa Brava de la ciudad de Punta del Este. Fotografías rituales, no especulativas. Los turistas que continuamente realizan imágenes ya forman parte del paisaje de la ciudad. Ellos se incluyen como parte de una escultura orgánica, dinámica, siempre cambiante. Se refuerza con su visita la condición de ícono y símbolo de la mano. Escultura viva. El autorretrato de la autora se incorpora también a este nuevo concepto. En la propuesta original se utilizaba la propia escultura de la mano como soporte para exponer las imágenes, pero debido al deterioro estructural que exhibe la escultura no es conveniente intervenir en ella fotográficamente. Esta propuesta de intervención urbana en la ciudad de Montevideo, adquiere un nuevo formato para la exhibición de las imágenes en otro contexto y principalmente invita a reflexionar juntos sobre la realidad y sus múltiples representaciones.