No es amor, es pasión. Es comunicarse a través del contacto fÃsico, del movimiento, de miradas, de ojos cerrados. Es comunión de dos, un sentir a dúo. Es gozo y es morirse por bailar. Es sentir como gime el bandoneón, como vibra el violÃn, escuchar como cuentan de la vida, su verdad. Son un hombre y una mujer bailando un tango.