Mi último viaje duró 14 días. Conocí parte del sur de Argentina y Chile. Saqué alrededor de 5.000 fotos. La mayoría muestra paisajes increíbles. Otra buena parte enseña imágenes más íntimas y personales. El resto deja ver cosas que no sé cómo clasificar, pero que en ese momento me parecieron interesantes, y ahora a veces, también. Y sí, eso incluye mis fotos saltando. El Perito Moreno es un glaciar imponente que la UNESCO considera Patrimonio de la Humanidad, y que yo considero al menos impresionante y conmovedor. El Tronador es un volcán extinguido que le debe su nombre al estruendo que se puede escuchar cuando se quiebra una porción del glaciar que vive encima de él. Torres del Paine es un parque espectacular que queda en el sur de Chile, donde siempre hay un guanaco centinela ubicado en las montañas más arriba que el resto del grupo, para hacer de “campana” y alertar a los demás si aparecen depredadores. Y por último, Osorno es una ciudad bastante desagradable, que parece el cuarto de juegos de un niño descuidado y sucio, con vetustas casas de madera de no más de dos plantas, pero que sin embargo, ofrece imágenes atractivas. El viaje concluyó y tuve que volver a casa. Estoy encantada con lo que vi. Sin embargo no puedo dejar de preguntarme si mis fotos no habrán sido demasiado escasas, si voy a poder volver alguna vez a ese lugar, y si en realidad los guanacos se turnan para hacer campana o si se hacen los vivos y clavan siempre al mismo. Muchas gracias: Mareile Endhardt, por acompañarme en esta aventura; Ignacio Alaggia, por tus valiosos aportes (entre ellos los textos de esta muestra); a mi familia, que nunca está demás agradecerle, y a todo aquel que haya colaborado o que crea que haya hecho algo para que esta muestra saliera adelante.